persiguiendo a una nube que volaba,
engordaba, estiraba, se mecía...
empujada del viento caprichoso,
ahora brisa, ahora fuerte...
con mi pelo, mis faldas, con las nubes,
también parecía que jugaba,
a ser cometa de colores enredada,
en los sueños de esa niña que soñaba.
Y al despertar sola en la oscuridad,
no había nubes, ni viento ni cometas,
solo cuadernos, libros y libretas
con lapices de punta desgastada....
de escribir tantas frases, castigada:
"Seré buena, monja, y no mal educada...."
Me tenían manía, por ser espontanea, sencilla, nada pelotilla, ni zalamera...como mis hermanas y sus amigas que, si buana, si buana, luego hacían lo que les daba la gana.....
Las esperaban los chicos a las puertas del colegio, se reían, se empujaban, manoseaban....falta gorda en aquellos tiempos, y alguna hasta se quedó embarazada.....
Pero, cosas de la vida, de las monjas, de los tiempos de fusiles (imaginarios...) contra mi, cuando llegó el fin del curso a todas les impusieron la medalla de la Virgen, menos a mi.
Ni siquiera lloré.
Entonces estaba leyendo un libro del jesuita, Padre Coloma, Pequeñeces, que me hizo mucho impacto.
Había un verso de la despedida del colegio de los chicos en el ultimo curso, que yo hice mio, y lo escribí con lagrimas en mi libreta, junto a los renglones de castigo de la monja.
Ahí van solo unos pocos versos: (me lo se entero)
Dulcisimo recuerdo de mi vida,
bendice a los que vamos a partir,
oh Virgen del recuerdo dolorida,
bendice tu mi adiós de despedida....
y acuérdate de mi....
Dicen que en tiempos de injusticia, es peligroso tener razón. Tus verdades dolían y las monjas no supieron o pudieron hacértelas pagar de otra manera que negándote la medallita.
ResponderEliminarYo no he ido a colegio de monjas, pero mi hija sí, y aunque eran otros tiempos, había monjas a la antigua usanza que nunca supieron comprender a un niño.
Muy bellos tus versos Niebla.
Besos.
Con esa sonrisa de yo chica, no podía ser mala........
ResponderEliminarEs verdad, debía hacer la pelotilla...es peligroso tener razón, pero nunca ha sido mi estilo.
No tengo una medalla de hojalata colgá de una cinta, pero si la imagen de aquella virgen chiquitina,(era la "Niña Maria" del colegio de la Presentación)colgada de un hilo de estrellas en mi corazón.
Estoy tan dentro de los recuerdos, que acabo de hacer roscos fritos
de anís....como cuando los hacia para mis niños. Quieres????
Muchos besos.
¡No me digas que eres tú la de la foto! ¡Qué mona y que cariñosa con el perrito! ¡Me encanta!
ResponderEliminarGracias por la invitación. UUmmm que buenos los roscos. Mi madre los hacía y yo lo intenté una vez. De aspecto estaban estupendos, pero mi suegra me dijo que estaban arrebatados... con lo cual no volví a hacer; eso sí, hago otros postres que me salen riquísimos, aunque está mal decirlo.
Besos y abrazos.