tan humilde, pequeñita...
que dudaba si seria
esa torre de vigía...
Y sin perderla de vista
caminando por el muelle,
entre maromas, anclas
y bregar de marineros,
llegué hasta la misma base...
y era la hora precisa...
Hora de soñar despierta,
de silencios, soledades,
y palabras nunca dichas...
Y se invirtieron las horas...
mirando al mar en la orilla...
se había parado el reloj.
Fueron sueños o recuerdos?
sombras que la mente inventa?
No se, pero se que te esperaba,
y estando muy bien despierta....
Torres de vigía en la mente
siempre alertas al presente...
sombras, sueños...
recuerdos son.
Yo quiero vivir presentes,
sin frío en los huesos de ausentes...
Y en las torres de vigía...
ya se ha parado el reloj. NIEBLA.
Hola Niebla!!!!
ResponderEliminarQué buen poema!!!
Esa torre que todo vigila, el pasado y el presente, tus sueños...
Cuando empezamos a soñar los relojes se paran , el tiempo se detiene y no sabemos diferenciar lo que es real, hasta que un golpe de voz o un ruido nos hace volver a la realidad y el reloj vuelve a su tic-tac.
Me gusta la fotografía de esa Torre.
Un enorme abrazo y mi cariño!!!!
Quizás era el momento para detener el tiempo de los sueños y volver a la realidad de las horas presentes.
ResponderEliminarBesos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBonito poema y bellas metáforas; en reconocimiento al poema he querido poner una imagen de una de esas torres que tanto saben de nosotros, pero me he hecho un lío. A ver si me sale ahora.
EliminarBueno, pues no me sale la foto. Que cada cual se imagine la torre que más le guste.
ResponderEliminarYa veo la torre de mis sueñossss¡¡¡¡ ja ja ja
ResponderEliminarAunque no lo hayas conseguido me has hecho reír un rato con tus esfuerzos...
Gracias a los tres; la mente de la imaginación está llena de relojes en torres de ilusiones...
que andan o se paran a voluntad.
Muchos besos con cariño.
Me gusta este poema, Niebla. Veo un resurgir, un acicate nuevo para este año que comienza. Sueños, realidades, presentes, futuros,...Lo importante es seguir soñando y vivir, vivir cada instante.
ResponderEliminarUn abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.