miércoles, 1 de febrero de 2012

SIN REMEDIO.

Sin remedio será,
si tu lo quieres,si no puedes...
si abandonas la lucha cada día,
si te dejas morir entre las flores...
de perfumes que embriagan....y asesinan.

Pero haz de luchar, porque no sea,
todavía no te alejes, no te vallas,
no nos dejes....
Eres luz que amanece cada día,
disipando las sombras de la noche,
de fantasmas, pesadillas y agonías...

Porque será que cuando el alma llora,
por tristezas, ausencias y añoranzas,
los versos se amontonan, se atropellan    
por salir a la luz...,
a la luz de las estrellas.

Y yo que mi" pluma" no domino,
dejándome llevar entre suspiros,
alocados renglones amontono,
para trazar caminos de mi vida.

NIEBLA.                   Desde la nostalgia...los recuerdos se convierten en poemas....

5 comentarios:

  1. Son unos versos muy sentidos Niebla. Se respira melancolía en cada verso. Si para escribir tan bello, hay que nadar en la añoranza, pues nademos, que el alma se descarga y los lectores quedamos embelesados.

    Besos y abrazos amiga.

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  2. Pues nademos, como dices tu, pero en aguas cristalinas de la playa¡¡¡
    No me gustan los días oscuros, ventosos y fríos, me ponen melancólica y salen versos así...
    Me dejaste intrigá con tu historia de cuando tenias 16 años...
    Cuéntala, o cuéntamela.
    Besos y abrazos.

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  3. ¿Mi historia? es muy simple, pero mi madre me hizo sentir muy mal:

    Era verano. Acababa de conocer a un chico de un pueblo cercano. Un día siendo las fiestas de Burgo de Osma (Soria) quedamos con él, mis amigas y yo. Después de pasear y bailar, llegó la hora de irse al pueblo, pero dio la casualidad que me encontré con unos tíos que me dijeron que podía irme con ellos en el coche; eso sí tardarían por poquito. Yo encantada. Mis amigas se fueron en un taxi y yo aproveché a pasar más tiempo con él.

    Cuando llegué a casa, estaba esperándome mi madre (eran más de las doce de la noche) y me cayó un tremendo “rapapolvos”. Que si no me daba vergüenza llegar a esas horas, que mis amigas hacía mucho que habían llegado, y todo por estar con un chico, qué pensará la gente (eso era lo que más la preocupaba). No sirvió de nada el hecho que estuviera con mis tíos. No quiso escuchar más.

    Me hizo sentir tan mal, que al día siguiente salí a la calle abochornada. Recuerdo que fuimos a efectuar la compra a Burgo de Osma (pues en el pueblo no había tiendas). El trayecto lo hicimos andando y estuvo todo el camino de morros, sin dirigirme la palabra.

    Le duró bastante el enfado, pues mi madre en aquella época era un poco “rencorosilla” (ahora sin embargo, se le olvidan las cosas; y los enfados apenas entran... ya están fuera).

    Y esa es mi pequeña anécdota. Por si te interesa el final de la historia de amor, seguí carteándome con el chico (Alberto) durante un año. Luego se acabó, más bien por la distancia que por otra cosa.

    Eeeeso es todo, como decían en los dibujos animados.

    Besos y abrazos Niebla.

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  4. Yo ahora que ya soy mayor, no culpo a nadie de mis castigos, injusticias... quizás estaban mediatizados por el entorno, el que dirán, la mano dura...para educar...
    Hasta de aquellos castigos hay que sacar la parte buena...yo adelanté un curso...(y también me digo, ¿para que? )....ni siquiera he ejercido mi carrera...
    Tu que tienes la suerte que aun te vivan tus padres, disfrútalos,
    mimalos, una caria ,un beso....los míos se fueron demasiado pronto.
    Un beso grande.

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  5. Así es Niebla. Hay que ser positiva. Yo no recuerdo muchos castigos, la verdad; solo cosas buenas.

    Mis padres que ya tienen 85 y 82 años, procuro como dices disfrutarlos. Cada día hablo con mi madre (mi padre, como hombre, es de pocas palabras), aunque luego no se acuerde de lo que ha contado, o a quien se lo ha dicho. Hace unos años tuvo una encefalalitis y la memoria no la tiene muy a al que allá. Se ha vuelto como una niña, pero aún así a mi no me importa que repita las cosas muchas veces. La escucho, alguna veces me dice: no sé si ya te lo he contado, y yo ahí quizá le diga: sí mamo, pero no pasa nada.

    Un besote Niebla. (Me voy a hacer la comida, que hay que coger fuerzas jejeje)

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