lunes, 16 de abril de 2012

AL MINERO MUERTO.

Amaneció la mañana cargada de negras nubes,
barruntando aguaceros de los que rompen arroyos,
embarazando los ríos, que desbordan sus linderos...

Y explotando el aguacero, con ensordecedores truenos,
luminaria de relámpagos y rayos no justicieros...
por la veredita alante...camino del cementerio,
llora y camina descalza la novia de aquel minero...

Solo tenia veinte años y quería trabajar,
para llevar a su casa cada día aquel jornal,
que antes su padre llevara...
cuando estaba sano y fuerte, mucho antes de enfermar.

Maldito el negro carbón que inutilizó  aquel padre
enfermando su pulmón...
y a las trombas de aguas negras que anegando aquella mina
sin su novio la dejó.

Y llorando y caminando por la veredita alante...ella sola se alejo. NIEBLA

4 comentarios:

  1. Muy triste tu poema Niebla. Una profesión de alto riesgo la que desarrollan los mineros, y que ha dejado muchísimas familias destrozadas, tarde o temprano, por un motivo y otro.

    Besitos Niebla.

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    1. Buenos días, Teresa, que tengas un bonito día.
      Mas besitos para ti

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  2. Una Poesía que evoca la realidad de la Mina. Aquí, en Asturias, se ha llevado muchas vidas por delante y otras han quedado mutiladas a causa de la silicosis.
    Una Poesía llena de sentimientos a raudales.
    Un abrazo, Niebla.

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    1. Buenos días Pedro, gracias por tu paso.
      Un gran abrazo.

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