domingo, 15 de abril de 2012

PEQUEÑECES...

Pequeñeces:

Párrafos de la vida que se quedan anclados en la memoria por alguna circunstancia buena o mala,
pero anómala a lo común...

Hace dos años por el mes de noviembre, quedé con una hermana  en vernos en el balneario de
Arnedillo, en la Rioja, cerca de Calahorra, para pasar unos días.
Yo que subía desde Andalucía en el ave, en Atocha volví a coger otro tren hasta la estación de Calahorra,
desde donde al balneario había unos treinta km. que los haría en un taxis.
Serian las diez, de una noche cerrada de invierno, cuando llegamos a la estación.
Nos bajaríamos unos seis o siete viajeros, y en solo unos minutos, el tren se fue quedando la estación
desierta...
Cada viajero, al que alguien esperaba, había desaparecido... y me encontré sola en una estación inhóspita,
en un desierto descampado...
Solo un hombre, que parecía el "jefe de estación"...estaba echando pestillos en las escasas dependencias del recinto...
-Por favor, señor, como puedo conseguir un taxis para llegar hasta el pueblo?-
-Ahí tiene el numero debajo del teléfono-
Me contestó muy ásperamente....
No había terminado de copiarlo cuando me quedé a oscuras.... había apagado la luz...
-Oiga¡¡, le grité-
Ni caso, seguía cerrando puertas, que casi me deja encerrada dentro de aquella sala....
Oí que arrancaba una moto y se iba....
Yo la imagen de la desolación...sola, invierno, a oscuras, noche cerrada....en medio de ninguna parte...
arrastrando una maleta, bolso, abrigo, bufanda....
Le di la vuelta al pequeño edificio...se veían a lo lejos, las luces de lo que supongo seria el pueblo...
Si hubiera tenido de" eso" que tienen los hombres...los tendría en la garganta....
De pronto en la oscuridad, vi las luces de un pequeño coche que ya arrancaba el motor para irse....
Seguramente, un pasajero rezagado.... pensé.
Corrí como pude, por favor¡¡¡ por favor¡¡¡
Era una pareja mayor que se veía no se habían ido todavía por haber estado colocando los muchos bultos que llevaban...
BUENA GENTE¡¡¡
Casi ni cabía yo y mi maleta...
Me llevaron hasta el pueblo, hasta la parada de taxis, no había ninguno...
El señor dijo, ya a estas horas se han retirado, aquí no hay mucho trabajo...
Pero buscó el teléfono, llamó, encontró a uno dispuesto a llevarme hasta el balneario...
¡¡¡Y la pareja se quedó allí en la calle conmigo, hasta que el taxista llegó y nos fuimos....¡¡¡

Aun se me llenan los ojos de lagrimas de agradecimiento¡¡¡¡¡¡
Buena gente, si señor¡¡¡
Les deseo larga vida y felicidad....

Solo son PEQUEÑECES que dejan huella....
NIEBLA.

Os quiero a todos los que me visitéis....y a los que no también.

10 comentarios:

  1. Una cosa similar nos pasó cuando fuimos a Santander y quería llegar a un Hotel de Cábarceno. Un señor muy amable nos guió hasta el sitio que estabamos buscando. Un detalle del que siempre nos recordaremos mi familia y yo.
    Un abrazo, Niebla.

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  2. Son tonterías de la vida que dejan huella...
    pero tu veo que no ibas solo....yo tuve miedo y mucho.
    Un abrazo.

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  3. Son pequeños instantes en una vida, pero grandes porque marcan para siempre. De hecho seguro que todavía sientes miedo al recordarlo, y gratitud hacia esa buena gente que nunca sabrán el consuelo que te dieron.

    Gracias por compartir tus recuerdos.
    Un besote y feliz noche.

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  4. Hola Niebla!!
    Te debiste de quedar intranquila,al ver que te quedabas sóla en medio de ninguna parte,y a medio oscuras,menos mal que a veces te encuentras con personas muy amables,que te ayudaron,no son pequeñeces son recuerdos imborrables que dejaron huella en tu corazón.

    Por cierto...qué tal el balneario?
    Un abrazo cielo!!

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  5. No siento miedo...siento escalofríos....
    Ahora en la distancia de aquella noche, la verdad, no se que hubiera hecho de no encontrar esa buena gente....
    Que Dios se lo pague¡¡¡
    Un besote grande.

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  6. Si , buenos días Estrella, como le digo a Teresa,
    al recordarlo siento "frió con escalo...."
    como diría el cateto.
    Aun me veo en aquella estación oscura y solitaria
    y me tiemblan las piernas...
    Nunca se me pasó por la cabeza que un pueblo relativamente grande tuviera la estación tan inhóspita, lejana y solitaria....Ya cada vez que viajo sola me informo mas.
    El balneario no me gustó nada, no es que sea malo.... quizás es que no me quedó el cuerpo pa fiestas....
    Muchos besos.

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  7. Siempre pienso que si un guionista de cine entrara en éste blogg, sacaría ideas para sus películas. Tal como lo cuentas veo la escena en blanco y negro como las películas de mi niñez. También podría verse una sombra detrás de un matorral y podría sonar la música que Hitcoch (o como se escriba), puso en aquella película que protagonizó Anthony Perkins (no recuerdo el nombre). Lo tuyo es la poesía, pero seguro que Teresa podría construir un relato a partir de esta escena. En fin....., no me hagáis caso, es que hoy es fiesta en mi ciudad y estoy un poco aburrido, je je.
    Abrazos y besos a todo el mundo.

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  8. Se llamaba "Psicosis"
    Que miedo¡¡¡¡ no creas que aun me quita el sueño,
    si no me hubieran llevado esa pareja al pueblo?????
    Me hubiera atacado alguna loco vagabundo?????
    Que podría haber hecho yo????
    Frío me da acordarme de aquella soledad y tan oscuro....
    Besos tiritones....Oyente.
    En hombredeapie, te he dejado un parrafillo.

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  9. Valgame Dios, si no son pequeñeces...sino milagros! en éste mundo tan enrarecido que hemos ido puliendo, ya hay pocas buenas gentes como las que tuviste suerte de encontrar...pero las hay.

    Bonitos recuerdos. Saludos.

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  10. Gracias Beatriz, si que es verdad, mientras mas lejano lo tengo el recuerdo, mas miedo me da, y mas se acerca al milagro...
    Yo soy creyente.
    Un beso grande.

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