tu en tu despacho, yo en mi tren...
con los ojos verdes, mirando caer la lluvia,
del día gris que llora, despidiendo el atardecer...
Me siento bien, enciendo un cigarrillo,
y mirando la espiral del humo, me siento cómplice de ti....
Todos caminamos en nuestro tren,
que anda, o se queda quieto, a voluntad,
y es bueno que así sea, para equilibrio tener,
cada paso que en la vida debemos acometer...
Adiós no es bueno decir,
hasta luego... hasta siempre...hasta nunca....
aunque sabemos los dos,
que hasta nunca, la despedida ya es............. NIEBLA
Sigo prefiriendo el "hasta luego" como mejor forma de decir adios, deja mejor sabor de boca y una puerta abierta a la esperanza de volver.
ResponderEliminarBesos
Si es verdad, pero los poetas o poetisas, en este caso, somos trágicos, melancólicos...tremendistas...pero con una puerta siempre abierta a la esperanza...
ResponderEliminarBesos.